La miel salínica, además de ser un rico alimento, se ha utilizado ya desde las antiguas civilizaciones como un remedio medicinal en tratamiento de heridas, enfermedades gastrointestinales y afecciones cutáneas.
La miel es un alimento casi perfecto, producido por las abejas mieleras a partir del néctar de las flores. El cuerpo absorbe y utiliza la miel de manera fácil. Ésta contiene 70-80% de azúcar y el resto de sus ingredientes son agua, minerales y trazas de proteínas, ácidos y otras sustancias.
Usos y propiedades de la Miel Salínica
Los usos que se mencionan, están basados en la tradición, teorías científicas o investigación limitada.
Cicatrizante: es efectiva para tratar infecciones crónicas en heridas.
Suaviza tu garganta: La miel es un expectorante natural, ayuda a eliminar las flemas, y es útil para controlar y combatir las infecciones en la garganta, gracias a sus propiedades antisépticas. Para que actúe directamente en tu garganta, haz gárgaras con una infusión tibia de hojas de frambuesa y dos cucharadas de miel en media taza de agua.
Quita la tos: Un grupo de investigadores de la Universidad de Tel Aviv, en Israel, han descubierto en julio de 2012, que la miel puede tener otro beneficio importante: el tratamiento de la tos nocturna en los niños pequeños. Sugieren que una cucharada de miel antes de acostarse puede ayudar a éstos a no toser y a dormir mejor.
Sin efectos secundarios: “La diferencia con otras cosas que se utilizan para la tos, como jarabes y otros medicamentos, es que tienen efectos secundarios. En cambio, la miel es más segura”, dijo el Dr. Ian Paul, pediatra de la Universidad de Pensilvania, quien participó del estudio de los efectos de la miel en la tos nocturna de los niños.
Alivia las picaduras: sus propiedades anti-inflamatorias ayudan a reducir la irritación en las picaduras de insectos. Promueve un ambiente húmedo que permite que cierren las heridas sin dejar cicatriz. Además, es antiséptica y gran protectora de la piel.
Protege el corazón: Está llena de polifenoles, un tipo de antioxidante que ayuda a proteger las células del daño de los radicales libres. Consumir miel estimula la producción de fosfatos orgánicos que regulan el ritmo cardíaco y disminuyen el riesgo coronario. También ayuda a detener el avance de las enfermedades reumáticas.
Mejora la digestión: Un estudio revela que sustituir la miel por el azúcar en los alimentos procesados hace que la microflora intestinal mejore. La microflora facilita la asimilación de los azúcares sin causar problemas digestivos. Además, La miel favorece la irrigación sanguínea del aparato digestivo.
Combate el acné: eficaz para tratar el acné común, cuándo éste es el causado por la inflamación y la infección del folículo pilo-sebáceo en la cara, espalda y pecho. Y cualquier tipo de miel es excelente para preparar una mascarilla de belleza para el rostro: renovará y suavizará la piel.
Aporta energía: Debido a sus componentes, la miel se considera un alimento hidrocarbonado, es decir, tiene elementos que proporcionan calorías al organismo, lo cual se traduce en energía. Contiene minerales como el potasio, fósforo, oligoelementos, pequeñas cantidades de vitaminas del B y C y ácido pantoténico, enzimas vegetales y animales.
Cuida la salud de la boca: Ayuda al tratamiento de la placa gingival y la gingivitis (inflamación y sangrado de las encías debido a la placa) gracias a su poder cicatrizante y bactericida. Se debe preparar una infusión a base de 3 gotas de aceite esencial de espliego y 1 cucharadita de miel clara, diluir la solución en agua fría y enjuagar la boca.
Nivela la presión arterial: El consumo de miel ayudaría a mejorar el flujo sanguíneo, bajando la presión arterial, tomando al menos una cucharada diaria